sábado, 31 de octubre de 2009

Robinson?

Para el que quiera saber el sentido del nombre que he elegido...
No, no es exactamente por la obra de Daniel Defoe "Robinson Crusoe", pero tiene algo que ver.
Hace unos años trabajé en una agencia de marketing directo. Temas de sorteos, mailing, cheques regalos y servicios de bases de datos. Yo era el machaca: lo mismo me tocaba ir al super a comprar refrescos light que programaba bases de datos y sacaba ficheros para el BBVA. (Sic)
Una de mis indefinidas funciones era gestionar lo que se llama el registro Robinson o fichero Robinson. Me explico.
Usualmente, cualquier base de datos de empresa incluye registros de personas que NO han dado su consentimiento voluntario a la recepción de este tipo de publicidad, un poco a lo spam. Cuando una marca realiza una campaña de mailing, planea un perfil que se filtra en la base de datos y se saca un fichero con personas que responden a ese perfil sociodemográfico. Se realiza el envío masivo, y hay gente que responde, gente que no, y gente que se rebota. Éstos últimos, si conocen la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) envían una carta certificada y con acuse de recibo pidiendo la baja de los registros para no volver a recibir ningún tipo de comunicación comercial. La mencionada ley contempla que si se solicita la baja de esta manera, después de 15 días desde la recepción de la carta de baja en la empresa propietaria de la base de datos, ésta tiene la obligación de dar la baja y no volver a mandar ningún tipo de publicidad comercial, y además notificarlo. Éstos conocedores de la ley que defienden su intimidad son los llamados Robinson.
En mi caso, recibía las cartas y borraba su registro de la base principal para pasarlo al registro Robinson, que es una lista de los que han solicitado la baja y que luego se intercambia con otras empresas para que nadie del sector tenga problemas (por medio de la Fecemd)
Si estáis hartos de que os llenen el buzón de cartas que no queréis recibir, de que os envíen publicidad al móvil, y de que tengáis un montón de mails por leer que no son de amigos, ya sabéis que hay que hacer.
Durante mi paso por aquella empresa conocí más de un caso de personas que enviaron su solicitud legal de baja, y ésta no fue atendida. La multa más alta de la que oí hablar, si mal no recuerdo, superaba los 60.000 €.
Y.. ¿porqué Robinson?
Por que no quiero ser un nombre asociado a unos datos y hábitos de consumo con el que mercadean distintas marcan con el fin último de venderme algo. Por que no quiero ser una víctima del Marketing y de las multinacionales que lo utilizan para engullir clientes. Por que nadie regala nada sin obtener algo a cambio.
Prefiero ser un Robinson en una isla desierta, lejos de los tentáculos de la vorágine consumista y de los abusos de los holdings, corporaciones, dividendos, balances, bla, bla, bla.
No quiero dejar que la publicidad me cree necesidades que no tengo!!

Si tu también quieres ser un Robinson, entra aquí;
https://www.listarobinson.es/default.asp

y si tienes curiosidad por la LOPD;
http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_Org%C3%A1nica_de_Protecci%C3%B3n_de_Datos_de_Car%C3%A1cter_Personal_de_Espa%C3%B1a

VIVAN LOS ROBINSON!

PD- que sepáis que me consta que si no se envía una carta por correo certificado con acuse de recibo, y sólo es una carta por correo ordinario, un mail, o un sms, éstas empresas se pasan la petición por el forro de los coj..

viernes, 30 de octubre de 2009

El inicio de la aventura

Cuando no sé por dónde empezar, comienzo por el principio. O al menos lo intento.
El inicio de este blog es hoy Viernes, 30 de Octubre de 2009. Aunque he de remontarme muchos años atrás..
Con 13 años tenía claro que quería ser periodista, por aquello de transmitir a la gente la actualidad, con afán de servicio público, con el fin de que los lectores tuvieran la información necesaria para despertar su sentido crítico en distintos temas.
Pasaron los años y fuí a la facultad de periodismo. Me gradué y empecé a trabajar. Tras pasar por distintos medios caí en un profundo desencanto. Gran parte de lo que aprendí en la universidad me sirvió de poco o nada. Me veía con un cacho de papel bajo el brazo en que ponía "Licenciado en Periodismo" y que me daba el derecho a trabajar como periodista. Aunque el periodismo que yo quería practicar estaba muy lejos de la realidad.
Me resistía a ver que, después de todo, los medios de comunicación son empresas que venden un producto; información. Se rigen por imperativos económicos y no morales. Como cualquier otra empresa. Aunque tienen ciertas características particulares. Son una herramienta de poder ligada a la política, y la libertad de expresión de los periodistas es una pura cuestión de intereses.
Ya no quise ser periodista.
Trabajé de otras cosas, y me fuí por la producción audiovisual, hasta que llegó la crisis y se acabó el negocio. Ahora estoy en paro.
Se me ha juntado la crisis económica con la crisis de los 30 y he querido volver a intentar ejercer de periodista, a mi manera, con este blog.
Aquí no le tengo que rendir cuentas a nadie más que a vosotros, y eso me motiva.
A tomar por culo la política, los medios de comunicación, la crisis con sus hipotecas y sus banqueros/ladrones, los jefes, y todo lo que nos amarga la vida. Las personas somos lo importante y nos están dejando tirados por el camino del progreso, por el "interés general".
Creo que podemos hacer algo, aún no se bien qué. Todo comienza por construir nuestro sentido crítico.
Mi padre siempre me dice:
"De lo que te digan no creas nada, y de lo que veas, la mitad".
Tenía que haberle hecho caso antes. Es un gran consejo que comparto con vosotros.
Hasta pronto